Gálatas 2:15-21
I. Introducción:
La vida cristiana es la vida de Cristo reproducida en el hijo de Dios por el poder del Espíritu Santo. La vida cristiana es Cristo manifestando su vida en y a través de los creyentes. La vida cristiana tiene sus dificultades, su doctrina y su conducta. Podemos ver por la Palabra las dificultades de la vida cristiana: la naturaleza dentro de nosotros, la maldición de la caída, la ceguera espiritual de nuestras mentes, la anulación de nuestra voluntad hacia Dios.
Después de examinar las enseñanzas de las Escrituras sobre las dificultades que el cristiano afronta, nos parece oportuno considerar las doctrinas concernientes a la vida cristiana. Es, precisamente, en este punto que muchos cristianos fallan en relación con la provisión que para ellos ha sido hecha en la Palabra de Dios. Tal como hay doctrinas que pertenecen a la salvación por la gracia mediante la fe, así también hay doctrinas que pertenecen a la manera de vivir la vida cristiana para el hijo de Dios. Solo después de habernos apropiado de las doctrinas de la vida cristiana, estaremos preparados para vivir en la práctica y la conducta, y en la realización de estas doctrinas en la experiencia diaria.
El hijo de Dios necesita reconocer que Dios le ha concedido ciertas responsabilidades y obligaciones. Necesita verse a la luz del cumplimiento de dejar el “viejo hombre” y “vestirse del nuevo” en su vida diaria. Pero ¿con que base podemos cumplir este requerimiento? ¿Cuál es la provisión que Dios ha hecho para que experimentalmente podamos ser libres del pecado y del dominio de la naturaleza pecaminosa? Varias son las respuestas que han sido propuestas a estas preguntas.
Por ejemplo:
- La práctica de la auto-reprensión:
- Luchar contra el viejo hombre.
- Negando la naturaleza pecaminosa que hay dentro de nosotros.
- Evitar que la naturaleza pecaminosa se manifieste mediante nuestro propio poder de voluntad.
- Establecer una serie de reglas y leyes, y mediante ellas, prevenir que se manifieste el viejo hombre.
- La práctica de la erradicación:
- Es posible remover la naturaleza pecaminosa.
- Se puede llegar a la posición en la que, eventualmente, la batalla con la naturaleza pecaminosa haya terminado.
- La práctica de ignorar el problema:
- No hablar de ello.
- Pensar que no existe.
- La práctica de la auto-crucifixión:
- Crucificarse a sí mismo hasta la muerte para terminar con el problema de la naturaleza pecaminosa.
Muchos de los hijos de Dios luchan contra dificultades insuperables debido a su ignorancia del tema al tratar de vivir la vida de Cristo. La ignorancia ciertamente, no es la solución al problema de la naturaleza del pecado. La verdadera respuesta a las preguntas anteriores la encontramos en la Palabra.
En este estudio y en los subsiguientes, estaremos examinando lo que nos dice la Palabra referente a estos asuntos. Les invito, pues, a escudriñar las Escrituras para descubrir esta verdadera respuesta.
II. El Principio de la Identificación:
Romanos 6:11; Gálatas 2:20 (La solución de Dios es la identificación con Cristo en la crucifixión.)
- Cómo podemos decir nosotros, los que vivimos cerca de dos mil(2,000) años después de Cristo, que hemos sido crucificados con Cristo?
- ¿Cómo puedo decir que he resucitado con Cristo?
- ¿Cómo puedo decir que he ascendido y he sido glorificado con Cristo?
La respuesta a estas preguntas la encontramos revelada en 1 Corintios 12:13.
III. La Identificación con Cristo:
- 1 Corintios 12:13 - Identificados con Cristo en su muerte.
- ¿Qué significa, “por un solo Espíritu fuimos bautizados?”
- ¿A qué hemos sido unidos con Cristo? ¿Con qué hemos sido identificados?
- Gálatas 2:20
- Colosenses 3:5, 9, 10
- Colosenses 1:21, 22
- Romanos 6:30
- Romanos 6:4 - Identificados con Cristo en su sepultura.
- Colosenses 2:12
- Romanos 6:4, 5 - Identificados con Cristo en su resurrección.
- Efesios 2:1, 5, 9, 20
- Filipenses 3:10
- Colosenses 3:1
- Efesios 2:6 - Identificados con Cristo en la ascensión y glorificación.
- Romanos 8:30
- ¿Cuál es el propósito que tienen la co-crucifixión, la co-sepultura, la co-resurrección, la co-ascensión y la co-glorificación?
- Romanos 6:9, 10 - Para que podamos vivir para Dios.
- Romanos 6:4 - Para que andemos en vida nueva.
IV. Conclusión:
Amado de Dios, agárrate bien a este gran hecho. Dios, para poner fin al control del pecado sobre ti, te ha hecho morir con Cristo. Y para sacarte del mundo que te movías, te sepulto juntamente con Cristo. Y con el propósito de hacerte participar de una nueva vida, Dios te ha hecho participe del poder de la resurrección que surge de la tumba de Cristo (Efesios 2:5-7). La co-crucifixión, co-sepultura y co-resurrección son tuyas para que puedas caminar en novedad de vida, para que Cristo que vive en ti, pueda vivir su vida a través de ti (Romanos 6:11).